a punto de magenta sobre la bóveda.
Abres el mundo como una naranja
lo tomas, lo exprimes
viertes su regalo líquido
sobre las bocas abiertas de las flores
el ropaje de las oropéndolas
que llevan un abril perpetuo.
Tú recorres el mundo con tu sueño
para que así suceda.
Tú renombras la luz
para que el milagro permanezca.
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