has llegado
rotundo
moreno
carne tibia a la hora de la leche tierna.
Te vi morar en mi alma
y también surcar mi tierra.
También te oí llegar
a tiempo para el Nirvana.
He visto el todo en tus ojos
el mundo es una moneda oxidada
sin la premisa de tu latido.
No sé si trigo o miel
o sal o azúcar
o enredadera o jacaranda
o simplemente saliva y carcajada.
Hablo de ti como si fueras un núcleo
pero también el círculo
su mandala hermoso flotando
pero también un rastro de tu cuerpo bailando
suave y fieramente
como debe ser el hombre que amo
Y por eso soy tuya.
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