Ven, niño
la sirena de mar los pueblos de hojalata
ojalá también la falda de la luna
y unas dos ranas o tortugas
a punto de eclipse verde.
Ven, amor
este silencio de cuna
esta risa como impermeable
la mesita llena de hojas para ti
creador de ríos y azoteas
cielos de ónix
lluvia de plata.
Ven, mi cielo
la vida en este costado
y junto a tu nariz
en tu palma, amor
en tu palma que aplasta dolores
y hace colibríes de papel celeste.
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