Cogí un fruto de tus ramas
me llamaste por mi nombre
te dí mi sonrisa
era roja como lo que late al centro
de mí.
Si hablas puedo oírte
incluso olerte
seducir las estrellas
para que te ilumines todo
y emerjas como Tritón
entre naves de agua y eras
entre libros de la vida
y mapas que llevan a Orión.
Sirio nos habla
camino directo hasta sus dedos
allá todo es más perfecto
le robo sus anteojos
y te los obsequio:
No importa cuán fragmentada
tengas la existencia
tus ojos pegan las piezas
caminas sereno como mi navegante
te oigo bravío al instante
todo engrana por esta vez
y yo duermo con la paz en mi almohada.
He cogido el fruto más dulce de tus ramas
él me llamó de noche
yo lo llamé mi salvación.
martes, 28 de abril de 2009
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1 comentario:
Mi querida Marlén, has de estar acostumbrada a los elogios, y me siento mínimo al no poder más que regresar a los que yo me sé.
Muy bello! Besos
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