Para que no le digan
para que no le cuenten
este día se abre como gardenia en abril
este día huele a maravilla de sol naciente.
Mójese los pies en el asfalto
de pronto sentirá
la vieja danza del mar de Pangea
hasta en los labios.
Y un coralito fosilizado vendrá
a decirle que hoy es hoy
y que vale la pena respirarlo.
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2 comentarios:
Hoy me desperté y llovía. De hecho llovió toda la noche. Y más que el mar de Pangea, lo que me rodea (más espiritual que literalmente) se asemeja al propio océano de Panthalassa.
El coralito fosilizado es mi maniatado corazón que me repite que en verdad “hoy es hoy y vale la pena respirarlo”. Pero ya le perdí toda confianza a lo que me dice el corazón...
Es lo más bonito que te he leído decir, Marcelo.
Qué bueno que me haya tocado a mí leerlo y no en otro lugar.
Y quizás sí valga la pena respirarlo, más sabe el corazón por emotivo que por corazón.
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