miércoles, 22 de abril de 2009

Los cerezos

La vida da finales
de rockero cocainómano
a los que se juran amor eterno
y lo llevan a cabo
hasta que uno se va de un día para otro
y sin al otro decirle adiós
y el otro no está para despedirlo y besarlo.

Eso pensaba mientras lloraba en silencio
eso creí por un momento de tí,
mujer de largas piernas y cabellos dorados,
y me arrepiento de mis palabras
porque a pesar de todo
los que perdemos ganamos sueños.

Simplemente me habría gustado
que ella hubiera podido verlo
el Mío Cid no será ya lo mismo
porque una broma le has jugado.

¿Valdrá la pena tanto amor por tí
cuando la muerte cabalga a paso quebrado?

Y los ojos del mundo que es uno y que amo dicen que sí
y yo me quedo en paz
y me atengo a que cargues a la mujer más dulce
después de mi madre
en la luz azul violeta de tus acariciables brazos.

Dile que pronto danzarán los cerezos
y que él estará ahí para esperarle.

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