La reina de un reino venido arriba
invitó a una baile de conejos
estuvieron todos invitados
menos los que poseíamos el reflejo
que resultaba de abrazar eso que llaman vida
pero que nosotros conocemos árbol
y tiene violeta el corazón.
Celebramos el gesto
hasta allá nuestras condolencias
a los que se quedaron sin un miembro
la reina de un reino venido arriba
-oh, debieron preverlo-
no tiene corazón.
Amargura, creo la llaman
en otro mundo
también muy venido arriba
y en donde viven agridulces
los hijos de nos.
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