Hoy el día
estuvo terregoso
sus hormigas picaban en mi cara
el sudor se confabulaba con su impiedad
y el viento de jueves defenestroso
me daba de naranjasos
mientras yo barría los momentos pasados
que ya no volverán
que ya no volverán.
De rato salió el sol
mi amante perfecto
tras las reyertas de cada día
se vuelve sonrisa del niño que no he parido
se vuelve mi calma
se vuelve mi hombre y mi señor.
Y juntos agarramos este jueves santo
para dar la vuelta juntos
yo con la cabeza negra
y los besos alados
él con sus múltiples brazos
que me espeta mis egoísmos
y la frase de no soñar que traje
la primera mitad del día.
Soy su hija predilecta:
me caigo y miento madres a cuestas
luego me quito el polvo
y sueño otra vez
como cuando los cinco años
en todo su esplendor.
viernes, 10 de abril de 2009
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