martes, 14 de abril de 2009

Careta

No sé por qué
en las madrugadas
me quito la careta.

Será que al fin
soy tuya
mujer desnuda y desierta
nadie mira
nadie estará aquí
cuando mis ropas caigan
y mis silencios
mueran.

Si al mar he entregado
un barquito-botella
lleno de todos mis desencantos
y en otro vacío nado
y lo lleno de besos
para que vuelen a tí
con la luz de mis párpados;

Es porque seguramente
de tus ojos de libertad encapsulada
en trigales de niño tierno
aprendí a ser indiscreta
aprendí a sacudirme la carne morena
y a escribir en la arena
la magia de estos desvelos que no cesan.

Sobran motivos
para no decir que me palpitas tanto
pero es el mismo latir
que aturde mis sentidos
que ya no puedo sino morir
rendirme a la tiranía de sus deseos
que es amarte en cielo y suelo
en noche y día
en flor y desencanto.

No sé por qué
en las madrugadas
me quito la careta.

Será porque a estas horas
no te siento de mí
mi parte violenta;
será que así es tu relumbrar
que me vuelve luciérnaga;
o simplemente será
que me enteras que soy más que una luna
y más que unos dedos
que te cantan y te sueñan.

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