"No miremos hacia atrás
y te juro
que hay piritas que saben a historias
sin contar
y mis besos
serán la dinamita
que detonará hasta en el retroactivo".
Escribí en un trozo de hambre
por abrazarte como abrazo este sigilo.
Cerré los ojos, Amarylis
me miraba como nana invocando
al sueño en mi silo.
Luego recogí por entregas
el fruto de tu nombre
inmolé el mío para que crezcas
en la virtud de mis prados de noche.
Y así fue
como se quedó colgada la luna
de mis dos ojos-niños
una de tantas noches:
yo la invité a pasar a mi cama
tú la tendrás
en cuanto le cante a ella
todos mis suspiros
y en cuanto le rece el rosario de besos
que llevan tu nombre.
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