Bienaventurados los que creen
en las verdades estelares
porque suyos son
el pan etéreo a que saben
los besos.
Y que mil soles violetas
nos descubran el ombligo
del Universo.
Viajemos mil lenguas
de promesas serenas
todo está permitido
si se abre la puerta
a las luces de bengala
que se regalan inquietas
con el tic-tac
de este mundo-corazón.
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