Anoche le vi
se había robado
la naranja solar.
Se convirtió en árbol
y a mis caderas su sombra
quiso convidar;
y al reír se volvió
cono invertido
gorrito de fiesta prematuro al día del niño
sonrisa que evocaba la paz.
Salí de ese mundo
pero su acento me hizo asentir
a su sentencia de sumisión en libertad
yo sé que volverás
y por vos las estrellas brillan más.
Me supo a primavera
el correr inverso de sus mares
supongo que por eso
me dieron ganas de celebrar.
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