Descubrí que me queda un amante
las letras que escribo
y los millares que leo para este mundo olvidar.
No tengo más motivos
más que el darme a la gente sin rostro
no quiero ser activista
mil veces ser puta que andar con ideologías
desde cuándo amar al prójimo suena
a izquierdista
desde cuándo perdonar
es igual a pertenecer al acción nacional.
Hay algo en mí que todavía funciona:
son los relojes de las palabras
ellas me esperan
de ellas mi alma se ilusiona
al carajo las inacabadas historias
hoy no estoy para a la tristeza emular.
Se abren los libros
y ya siento que se me abren
las puertas de mi Hogar.
La música grita muy suave
es la fiesta
un camino a la eternidad.
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