miércoles, 29 de abril de 2009

Tu rostro

Te odio un poco porque no estás aquí;
luego veo que de nada sirve
te llevo a la mitad
aunque me la hayas partido en dos.

Qué bueno que te fuiste
esta tierra gira tan fuerte
que tus ansiedades no habrías tolerado
con facilidad.

Y qué malo que jamás
te dieras cuenta
que también sabía llorar.

No te veo, a veces siento que se me borra
tu rostro,
tu voz
tu olor;
y sin embargo,
tengo el descaro de ser cursi ante todos
tocar Chiquitita
nomás para que vean
que la hija de Miguel es una pistolera de agua dulce
para que sepan también
que tengo bien puestos los dos.

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