lunes, 20 de abril de 2009

Con los nortes perdidos

Me confunden las luces blanquecinas
de estos días sin nombre
y de esta magia de estar bajo el agua
y sin respirar.

No sé si la rosa de los vientos
me nació en mi frente de cabeza
y con los nortes perdidos;
no sé para donde el destino
no sé qué fue del amor
vaya, no tengo idea
de adónde agarrar.

Y que conste que no soy de madera
ni mujer de hierro o cristal:

También nos derretimos las que amamos siempre
hoy siento que no tengo por qué ser la de siempre
si allá afuera el mundo sigue igual.

Y yo...

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