Fuiste mi luz
cuando yo tenía la llama sobre mi cabeza
y el mundo era un vaso de cristal cortado
listo para beber elixir de venas ponchadas.
Eres mi luz
cada vez que siento perderme
y veo que tus dedos
tu frente amplia
y tus pasos
vienen a salvarme a mí.
Serás mi luz
aún y cuando mi cuerpo ya no exista sobre la tierra
estás destinado a iluminarme los sentidos
a pesar de que no estés aquí,
en lo que llamamos presente.
El más escurridizo de todos los tiempos
y el vencido por tu linterna mágica personal.
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