viernes, 29 de enero de 2010

Cántame, muéstrame, préndete, ábreme

Cántame una estrofa
y te devuelvo la poesía de mi propio cosmos.

Muéstrame la herida
y pasaré mis dedos
hasta hacerla nada.

Préndete de mi cintura
y mis labios
te enseñarán a entonar
toda la vida
una canción diurna
para no aburrirse jamás.

Ábreme una puerta
y te mostraré
la universalidad de mis besos
bajo esta lluvia sideral.