domingo, 24 de enero de 2010

Escucha:

Escucha:

No sé para dónde con este mundo apocalíptico
en tiempos del invierno universal.

Lo que sí sé
es que si mañana
ocurriera la gran y temida bomba nuclear,

yo dejaría este terruño tranquila,
plena de todo.

Nada me faltó desde que apareciste
fortuita, milagrosamente,
en mi calle desbocada
con final solar (aunque a ti te choque el sol).

Escucha:

No sé para dónde este mundo inconexo,
si la rusa es ruleta, montaña o advocación ortodoxa
de alguna virgen que rece de verdad por nos.

Lo único que sé
es que hay universo suficiente
cuando me hago consciente
de la existencia de tu voz.

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