lunes, 18 de enero de 2010

Favor de no leer

Favor de no leer si se está en contra del amor.
La obsesión la dejamos para los moribundos.

Yo vivo de amor
esa extraña cosa que se siente al principio en la panza
el mariposeo mentado de la adolescencia sin final y hasta el féretro
y que se transforma en algo tan simple
como el cepillo de dientes que no veo pero imagino
el aliento cansado que no respiro pero igual siento
la gripe, la torpeza, la cruda, el frentazo contra sus peculiares realidades,
su capacidad para engendrar luces estelares enmedio del estiércol
cuando escribe canciones a renglón seguido
y sin saber muy bien que lo ha hecho.

Yo renací cuando dije amor pegado a su nombre.
Vivo de amor.

Es la única libertad que me fue permitida
en sus ojos, en su rabieta de niño malcriado,
en su soledad, en el sol que es
aunque jamás lo admita.

Mi privilegio solar y de luna inquieta
mi silencio explotado en decibeles galácticos
porque esto hasta el mismo dios lo sabe.

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