Hay demasiadas flores helicoidales
alabanzas de estrellas a mundos tiernos y alternos.
Yo he vivido su lluvia.
También he sentido mis caderas abriéndose
a tu respiración
y el largo hilo de luz plateada
narradora de los cuentos escondidos
en cada línea de nuestras palmas.
Alargo el beso más mío,
te entrego el más allá del paso entre la mancha difusa y el pensamiento,
te entrego algo más que mi ser.
Y por eso,
Hay demasiadas flores helicoidales
alabanzas de estrellas a mundos tiernos y alternos:
todas giran, todas deslizan sus rituales por el Universo:
Saben que en este momento,
Yo ofréndote mi corazón.
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