Brutal-mente, salvaje-mente
arrancaré los días a mi calendario
cruzaré los cables y las señales de radio abierta
mortificaré los silencios con el barullo de mi femenina paz
que es sonaja de panal de abejas al pronunciar tu nombre.
Luego te abrazaré las manos
te enredaré a mi cintura
-o lo que pienso hay de ella-
te daré licencia abierta
para renombrar puertos y mares ocultos o no descubiertos.
Finalmente, recortaré pedazos de cielo inanimado
para que me escribas
el poema en prosa del día
y me digas que volverás al siguiente
a ser mi rosa carmín
mi propio y cambiante poema de bolsillo
mi mapa galáctico de luz infrarroja y violeta.
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