No volverá el dios a salpicar con su baho
la vida de los lapidados antes de tiempo.
Está de vacaciones.
Ha dejado en su contestadora un mensaje grabado:
"Quién eres tú
y por qué me cuestionas todo;
no soy como mi padre,
vete a dormir y consume las olas de fuego
en las iglesias marchitas".
Yo vi miles de flores rojas ebullendo como lava
de los labios de esa mujer de pezones negros
y aura fronteriza entre mi realidad
y la que nos espera a la salida de esta película sin ton ni son.
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