No quiero ser agua estancada,
ni niña dormida,
ni objeto inmóvil a la distancia
¡Fuego, sirena,
estrella nuncaapagada
ciudad poblada de luces de todas sus risas de niño guerrero
juntas!
¡Ay, mi dios,
si por siempre y desde siempre,
estuviera encendida,
más que su Mar, sería su puerto!
martes, 26 de enero de 2010
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