Yo juré antes de nacer
que no diría una sóla palabra sin sentirla.
Acepté el regalo del morfema y el fonema.
Mi estrella está ligada al habla y al corazón
con hilo de plata incorruptible.
Pequé de valiente,
Me equivoqué de espacio-tiempo,
planetoide/jungla/modelito neoliberal.
Aquí se juega a perder la ropa
nunca el corazón.
Porque ése,
el rojo fulanito de tal,
está en rebajas por salida de inventario
en las tiendas departamentales,
discotecas, bares,
cafés, oficinas
y todo lo demás.
jueves, 7 de enero de 2010
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