Y sucede que te amo
como si fuera agua de uso común
como si me plantaras orquídeas
en mi morena tierra
como si fueras la décimo primer maravilla
como el elemento desconocido
que mantiene vivo a los seres vivos
y girando a la Tierra alrededor del Sol.
Por eso no me ves igual que siempre
con Eros en mis manos
me vuelvo displiscente
ante los embates de mis aguerridos hermanos
me vuelvo valiente
para desnudar mi caparazón.
Sucede que las señoras entrometidas
ya no juegan a preguntarme
qué de mi vida ha sido;
no estoy aquí, tampoco he perecido
es sólo que sucede que me la vivo
trazando luces de colores y letras que sepan a mí
para que al rojo inquieto lo reconozcas mío
para que sepas que soy tuya en el sigilo
o para que te des un paseo por mis calles y volcanes
y sientas que este tiempo que me gasto
amando de esta conexión a medias
hasta los pequeños detalles
lo hago porque algo bueno se hace
cuando conoces en persona al Amor.
Suceden en mi universo propio muchas cosas
y sucede que te amo entre tantas otras
velita de pastel que no se apaga
gotera de mi lavabo que sinfonías raras te canta
notas marginales en los cuadernos
que ya te conocen porque todos los lleno
de este amor.
Sucede pues, que te amo
como la causa efecto que engendran tus ojos
tú en el ombligo urbano
de este manto sangrado
yo casi al norte y clavada para no irme
donde ellos:
acá hace frío
y yo sólo quiero oír tus ojos
leyendo mi corazón.
sábado, 14 de marzo de 2009
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