Ojalá que hoy
no me duelas tanto.
Que por la mañana sonrías
y vuelvas a fabricarme amaneceres a distancia
cohetes con los sobrantes de luna glaseada
barquitos con los restos de tus sueños
nubes para en ellas brincar.
Ojalá que yo tuviera el poder
de columpiarte mis secretos de infancia
los días más hermosos de mi ventana
la adolescencia que tuve y mi ideal.
Ojalá que supiera desvanecerte las penas
atraparte una sonrisa
viajar donde tú en una botella
navegar por ahí hasta convertirme en estampilla postal.
Ser naipe dentro de una carta
un as de corazón rojo
con un te amo en la espalda;
Ojalá te supiera llover dulces para mimarte
ojalá este amor inmenso y mío y para tí
te borrara cicatrices
ojalá te bastara con pensarme aquí y enamorada
y me regalaras con un beso tuyo
muy a tu estilo
la posibilidad de concebir para tí la fecundidad.
Ojalá estas vidas
la tuya y la mía
tuvieran estaciones más cercanas:
yo no te estaría escribiendo tantos poemas
y me dedicaría a cuidarte, oírte, mirarte
a tocarte, a besarte, a entregarme
a fabricarte lo que está en mis manos
y en medio de este pecho
con tal de darte la felicidad.
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1 comentario:
Bellos deseos, los que anticipan tus versos.
Un Saludo.
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