Que no me duelan tanto
los ecos distorsionados
de quienes han tergiversado
que cada mundo es una cabeza
y que la espalda al mundo entero han dado
por tanto egoísmo e individualidad
Como el mismo hecho de perder
la capacidad de palpitar con mis dedos
las plantas de los pies
tierra adentro y sobre ella misma
esta suavidad con la que camino de noche
hacia lo que en el día
se llama Vida Pura besada por Amarylis
y nada más.
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