miércoles, 11 de marzo de 2009

Como un genio

Saliste como un genio de la lámpara
yo me froté los ojos
tú saliste de la nada
yo no te pedí tres deseos
y sin embargo agarraste mi corazón de filigrana:

Te anclaste a él para ser menos volátil
yo lo permití porque era bueno
con el corazón a un genio de una lámpara de enorme fondo
como mis ojos
apoyar.

Ya luego vinieron las historias
tú me peinabas la frente
me cantabas las futuras memorias
yo las recibía en agua de tu fuente
y las escribí en verso
para tus gotas de neptuno registrar.

Todo esto me ha sabido como a un día de los tuyos:
nada ha pasado aquí,
el mundo no es otro mundo,
el caos es el vecino de los otros,
aquí llueven nuestros besos de azúcar
-tú glaseada, yo mascabada-
y como en confeti salimos a resoplar.

El Rey Midas se queda corto a tu lado:
él fabricará mucho oro
pero sólo tú detienes el tiempo de mi padre Saturno
y lo vuelves tan inocuo
que cualquiera se lanza a los mares de Neptuno
y en amor
a nadar.

Saliste como un genio de una lámpara que eran mis ojos:
pasé de 50 a 1000 watts.

No hay comentarios: