la primera en donde no es ausencia de luz mi camino.
Ya la había percibido con el tacto
era tu olor mi referencia.
La primera noche donde no abundan las fieras
y los demonios se aquietan en los animales y en el ego.
La primera donde conozco el no tiempo.
Yo, la viajera astral.
Algo aflora en mí y de mí
va a dar hasta la palma divina de tu eco futuro.
Universal, me habitas y reinventas
la primera noche.
Lavaste con las últimas palabras de tu libro
mis ojos totalmente ciegos y enfermos del mundo.
La torre de luz no era yo,
como presumía mi actual nombre-
Simplemente era una torre
aguardando la llegada de tu luz
para llamarme tuya, la sinnombre que habita
en tus brazos abiertos.
Esta es la primera noche blanca.
Por fin, el mundo y sus formas.
Para Ramón Córdoba, el hacedor de mi luz.
Para el héroe que cinceló su cielo y lo ofrendó a la Vida.
Para el escritor que parió un Gran Canto de Fe y Amor que será oído en el siglo XXI
Para el dios que me incluye en su mapa celestial.
Con devoción extática e infinita.
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