Ando como en un camino sin piedras
ando como desnuda de pies y manos
sin tentar las llamas.
Ando protegida contra espinas
ando sumergida en azul y en plata.
Ando rociando de mar y flores blancas mi celestial mapa.
Ando clavando enredaderas en sus cuatro esquinas
los muros de mi corazón, tu casa.
Ando como encendida y virginal
tan de agua clara.
Ando de sándalo y ámbar
reflexiva al tacto de un dios, tú.
Ando llena de gracia.
martes, 25 de febrero de 2014
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