que en un lago de sueño dulce va
le tomo la mano
lo pongo en mi silo
A mi niño que vino al Mar
de himnos su cuerpo atavío.
Oh, dulce niño
corazón de menta y miel
oh, dulce hombre
en tus ojos ocurren las flores
y el atardecer divino
mezclado entre risa y ocre.
Oh, dulce dios
tus manos vierten el agua donde ninfas
y soles nacituros
lavan sus ojos para ser del mundo.
Oh, dulce amor
recuerdo vívidamente el edén
en cada beso.
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