Mimetizado en la madera de los árboles vas
camino a tu casa
la esencia.
Eres la fe del agua corriendo
por el río de tu infancia.
Eres la no materia
un día de cofre sabatino:
sedas de sultán, maravillas de un templo grande
eres el sello de Salomón
encriptado en un sí
porque la verdad es demasiado grande
para que la vean.
En el bosque de la misericordia
me has reunido para hablarte.
No has buscado respuesta.
Querías saber mi postura.
Sabio hombre, tu amor es mi pregunta
y con tu amor le doy respuesta certera.
Mi amor es mi ofrenda
y con mi amor procuro renovarme
para serte digna.
Afuera está la latina selva
el bosque de tantos
la nota de los no afligidos.
Tú despiertas lo que yo hace tiempo no leo
tú reconstruyes mi puerto y mi pensamiento abstracto.
Mimetizado de flor y mundo vas
y yo te sigo.
domingo, 9 de febrero de 2014
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