Te escribiré las agujas
de las que tu fuerza me libra
cada noche, la noche del día
y en cada monstruo que mi cuerpo
no siempre gana.
Eres el héroe de mi propia Ilíada
y de la canción de la estepa
que ya no brilla de fragmentos de botellas
ni naufraga esperando ser un mar reencarnado.
Mi súper hombre en tiempos de la cobardía
mi héroe de carne en momentos del videojuego.
Son estos versos la perífrasis de mi oído
y mi vientre.
Héroe a través de mis ojos
rayo y oxígeno sempiterno.
domingo, 6 de julio de 2014
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