mediodía de pan
remojado en mi semen.
Castigo de la estrella
y fluido lento en la mar
de todos los cuerpos celestes
que por ti braman.
Oh, cutáneo esplendor
de bipartita llama
unida para siempre en tu hilo
una savia chorreante
desde tu ojo ventral.
Cuánto amor en ti he vertido
cuánto amor me sobra entre las uñas.
Oh, mirada hacia las afueras de mi grito
amor de azul y guerra
y también de flan y magenta tibia.
Por ti mis años se corresponden
al magnánimo chasquido de lo eterno.
Por ti mi figura rompe islas
llenándose de espadas dulces de sol.
Por ti la risa completa en tu silencio,
por ti mis ojos abiertos a tus ojos.
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