Como una voz saliendo de otra
y como un rostro gritado por amor
desde el grito de otro rostro.
Como la flor umbilical envolviendo
la lumbal llama originaria de todo combate.
Como la canción del espejo que al fin
canta en este lado del mundo.
Así me veo yo cuando despierto
abrazada a tu cuerpo olvidada de la humana pena,
así estamos tú y yo
desde que el mundo nos expulsó de su miseria
para poder amarnos.
miércoles, 2 de julio de 2014
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