Si en verdad te sientes débil
embriágate de mí
succióname, aoscúltame el segundo latido
el más negro, tu favorito
sostente en mi torso
háblame de fe con tu acto seminal
y también con la pureza con la que te concibo
verdaderamente mío
a pesar de estos ojos
que algunas noches no te alcanzan
no te miman, no te abrazan
haciendo del día la frustración del universo.
viernes, 4 de julio de 2014
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