Amo tu risa igual que a la berenjena de niña
o a la niña berenjena que no salió de su crisálida
hasta hoy que tu miel has vertido en mi copa.
Amo tu camisa
amo tus cornisas.
Amo las pestañas por donde exhalas
las escenas ardientes del meridiano donde
enterrado tienes a tu ombligo.
Amo tu boca seminal y tus dientes de verbo claro,
amo tu luna de ojos de venado
y sonrisa de claro de sol apenas y me abrazas.
Amo tu pluma fuente y tu nota sagrada
en el cenit de mi pubis depilado.
Amo el candor de tu propio danzón
esparcido sobre terrenos erigidos en colinas y llanos.
Los que antes eran míos
y desde hace meses te pertenecen eternos.
Amo tu respuesta invisible con tu mano creadora
tu músculo imperturbable e imparable
moviendo las hojas de plata del horrible tiempo.
Amo tu libertad en pugna por la de la nada.
Amo tus libros, amo los signos de tu blanca
imparable energía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario