que gracias, otra realidad posible
ya se instaló en mi entrepierna
y más bien busca tu rastro
y ciegamente a tu cuerpo me lleva
limpia, puta, callejera de cuatro paredes,
extravagancia de delfín callado
bajo los siete mares de Neptuno.
Ven aquí y culmina el éxodo de mis piernas.
Ven a mí y cierra en tu puño
toda la savia de amor que derramo
esta mañana.
[Y la mañana es un siempre en el corazón]
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