En tus ojos buscaba el consuelo
y me topé con el ancla eterna
con la que al fin ha sido liberada mi alma.
Amor eterno, has llegado,
amor vívido, nunca te vayas.
Amor extranjero de mi sombra,
embriágame con tu lengua.
Amor de sol nacarado,
eternízame al enseñarme a amarte mejor
cada mañana.
lunes, 19 de mayo de 2014
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