viernes, 4 de abril de 2014

Raíz y nubes

Una extensión de rama
o quizá la sombra perdida de una nota
tus ojos bajo el influjo de la manzanilla
nanas, neglillés y la contemplación
de Jack Daniels y los expressos dobles.

Todas las cosas se arraigan
a los acontecimientos de la sangre.

Están el verde río el naranja párpado
reflejado en el sol y su purpúreo prado
abriendo las frondas nocturnas.

No hay objeto sin tu huella.
Pudiera ser que se intente revertir el mundo
de repente manifestar la megalomanía
y luego tan sólo este beso valle
este beso páramo
este beso abril tiernito
a la espera de tu entraña

mientras el rojo de mi vientre araña mi paz
y me transita
me lleva por tu cruz hasta de nuevo engancharme
purificarme
o volverme más terrena.

Todas las cosas se arraigan
a los acontecimientos del latido.

Incluso tu oscura sombra con la que diriges
la intranquilidad de mis piernas
mi orgulloso latido que no ha de decirte
lo frágil que estoy sin ti
porque, amor,
la distancia debe hacerme fuerte.

No hay comentarios: