Hojas verde olivo
camino y ya no doy al traste
con la maceta de siempre
Melancolía, creo le llamaban.
Derrapa en el asfalto el viento
se detiene, hace flanco izquierdo
cuenta piedritas hasta llegar
con la pluma intacta
la cana totalmente blanca
los ojos bien puestos en la negra bala
un estertor que destasa heridas
abre luces como en bocanadas
todo me lo dirige
todo me lo regala.
Tengo necesidad
de insistirle
que el verano durmiente
se parece a la libertad de su palabra
y yo creo en las analogías
me enamoro de cada elemento
que une a este viento
con la posibilidad
la fragilidad posible
de llorar yin en su pared.
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