Regáleme la absolución
de su verbo.
Transito breve, en silencio
juro no perturbar su macrouniverso
con mi canción.
Ayer me sonó bofetada azul
el preotoñal verso
de mi planeta.
Un recuento de lo que soy
me llevan al Game is Over.
Yo fui más. Ya no soy casi nada.
Me rehúso a dispersar mis besos en tierra fresca.
Soy una guerrera, una muy cansada:
"Dignidad en la transición o no morir".
Debo recuperar el estatus quo.
Alimentar el cielo, recuperar el color
de la inesperada flor que aparece naranja
en la ventana.
Transmutarla en pensamiento y beso.
Destinatario Usted;
ya lo demás
cabe en un cuento de cinco cuartillas
o menos.
Pero esto es un poema
no quiero no ser
si dejo de sentir tic-tac, cumbia, Bach;
soy de pilas
unas tipo yang.
Y me lancé al vacío
como sólo las de mi estirpe
lo saben hacer:
harto ridículo, entregado, facilote corazón
en busca de otro par.
jueves, 17 de septiembre de 2009
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