domingo, 13 de septiembre de 2009

Hay como mil flores pendiendo

Hay como mil flores pendiendo
de mi techo azul
y varias tarjetas de bienvenida
que no he escrito.

Eso no me dice nada
si por la noche quieren estrellarse
volverse sábana blanca hasta la cara
no saber nada más.

Al día siguiente,
la florería amanece despacio
anunciante de otras veinte horas
de sueño trabajado en verso.

¿Y eso qué será?

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