domingo, 13 de septiembre de 2009

Una escribe para no llorar

Una escribe para no llorar
y a pesar de eso
la lágrima se instala
en el banco del adiós que no se desea
ni se exige
ni siquiera se toca
por miedo a quemarse dentro el cuerpo.

Una escribe para no llorar
y a pesar de eso
la boca se pone de cabeza
y la cosa no resulta:
el ojo de Rèmy sigue su curso;
convertirse en anime y mártir
para el de enfrente que tiene bien armado
su discurso dominical y burgués.

Una escribe para no llorar
creyendo que abarca el todo con las yemas
y nada,
nadando por las letras una lo acepta
que la nada se instala
origen en el ventrículo izquierdo
matriz seca parada oficial,
manto de aire que besa el frío
que ocurre por acá
que ocurre por acá.

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