Me llamo Tristeza
espera de mail, foto en el messenger,
jaculatoria de besos que ni en sueños
me atrevería a entregarle por escrito.
Y me llamaban seno vacío
antes de mí, después de mí
y mucho antes de sus canas en mi avenida principal.
Me nombraría diferente
algo así como lumbre, planeta refulgente, estrella,
fogata, animalillo nocturno...
si su verso vital supiera regresar el tiempo
y la primera de agosto no diera para adelante
pero tampoco para atrás.
Todos me quedan demasiado grandes
por eso me gusta
tirar la ropa antes de correr al mar.
Culpar a alguien
es como darle de comer cianuro a los pájaros.
Me haré nombrar Soledad
hasta que Usted regrese al centro azul violáceo
de mi páramo
y los dos cantemos en Si bemol algo muy bermejo.
Entonces seré Edad del Sol.
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