A mi día le sobrará alimento
si me guardas entre tu pelo tibio y plata,
si me das voluntad y amor
más que fortuna en centenarios,
si me aquietas con saliva y lumbre
antes que con mirada de lupa silente.
Todo siempre ha sido en mí
un vértigo bonito de flores en el vientre.
Eran tuyas y ahora su miel
en mi cuerpo una casa para tu sexo
anima.
sábado, 7 de junio de 2014
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