Las marionetas no se ven en el circo,
niño,
prende la televisión
sintoniza el Canal del Poder Judicial o en su defecto,
el del Congreso.
Todo está ahí. Nada se puede hacer.
Ahora ve a jugar con tus carritos
hechos de derivados de petróleo mal vendido,
niño.
Que el mundo mágico termina
a las ocho y con los carros que se desatan
saliendo de sus trabajos aburridos.
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