domingo, 21 de junio de 2009

Rembrandt del veintiuno

Me pareciste sonreír
en un carrito
de un centro convenencieramente comercial:

inmensidad de mi mundo entero
sonrisa de fuego
ángel de mi guarda
luciérnaga de mi biblia individual.

Y ya la tarde me pintó
como un Rembrandt del veintiuno
como una Kahlo viviedo la maternidad.

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