Hoy el mundo entero
son como unas manos
capaces de darlo todo
porque todos somos
del mismo barro.
Y las mariposas del verano
bajarán hasta los camposantos
a decirnos que el cielo es uno
y también es el soberano.
Y las flores reirán
hasta volverse una sana locura
y ya nada será perfecto
porque la noción de lo perfecto acaba
cuando la perfección
el alma cantando alegre nos cura.
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