la enmienda que vende los ojos
al ritmo de una canción
desordenada
lejana
puesta otra vez a andar.
Respirar acompasando el vuelo
reír bajo una estrella
con la mirada rebajada al cincuenta
porque tarde es ya para cambiar.
Escuchar y seguir escuchando
los pasos breves de la inercia
el inescrutable deseo de edificar muros
para proteger la inmediata y pasada realidad.
Todo está en su sitio
donde estés tú o donde yo de mí
ya no me acuerdo
donde simplemente escapemos
la palma de mi mano dibuja flores
porque sin tu mano está.
Para un anciano a futuro
de parte de una prematura anciana.
de parte de una prematura anciana.
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